Somos seres emocionales antes que racionales, y hasta que no nos reconocemos así nuestra vida podrá seguir siendo como siempre. La transformación sucede cuando prestamos atención plena a las emociones, por el simple hecho que aprendemos a recibir los mensajes de lo que realmente sentimos y deseamos y nos ayuda a entender porque actuamos como actuamos.
Las emociones parecen complejas porque están encadenadas a una serie de creencias, experiencias, pensamientos que nos crean una percepción de la realidad, nuestra realidad.
Percibir, comprender, gestionar y utilizar las emociones, nos permiten abrirnos camino hacia una vida con más plenitud.
La plenitud no significa felicidad absoluta, significa ser, sentir y hacer de la mejor manera que puedo en cada instante.
¿Alguna vez te has preguntado como existen personas con tanta ecuanimidad?
La ecuanimidad es un estado de estabilidad psíquica que tiene una persona que no se perturba ni se deja secuestrar por sus emociones, dolor, o pensamientos que puedan causar perdida del equilibrio mental. Esa ecuanimidad se consigue en la practica de ser observador de nuestra propia mente, nuestros pensamientos, nuestras percepciones sin apegarnos a ellas. Tan solo como una vía para conocernos mejor y adaptarnos al entorno.
La gran pregunta es ¿Cómo poder conseguir ese estado y empezar el camino?
He aquí la propuesta.
Con el hábito de la Meditación que nos permite vivir en presente.
Lo que empezó hace más de 2500 años en Asia, ya se está volviendo una forma de vida en todo el mundo.
Hay muchas personas que aseguran que esto no es para ellos, pero creo que no existe ninguna persona que no desee estar mejor, ni disfrutar su vida, ni mejorar su bienestar. Si eso no es para todos, entonces no sé lo que es. Lo que sí es una realidad es que la práctica de la atención plena surge de manera espontánea, por lo que puede haber personas que lo llevan integrado en su interior y no requieren de ningún tipo de formación ni guía. Sin embargo, habrá otras que si requerimos de prestar una atención más intencionada para conseguir mejorar nuestro sentir diario.
Hace ya algunas décadas, la ciencia ha incursionado en el mayor entendimiento de las emociones a nivel cerebral y físico y curiosamente estas están conectadas de manera directa con otras áreas como el aprendizaje, el conocimiento y el desempeño intelectual.
Habrá personas que se consideren más emocionales que otras, como las habrá quienes se consideren más racionales que otras. Aquí el tema es que, entre ambas, en realidad no hay diferencia, salvo en donde deciden prestar atención. Si te consideras una persona sensible al entorno, tu sentir interno suele ser un poco montaña rusa de pensamientos y emociones, puede que aquí encuentres algo de utilidad.
A esto que amo tanto, y le dedico la mayor parte de mi tiempo, me gusta llamarlo Mindfulness para toda la vida, no solo porque lo que aprendes es para siempre, sino que también afecta positivamente a todos los aspectos de tu vida.
Simplemente hace falta que sigas leyendo y te identifiques con alguna situación.
En este espacio encontrarás diferentes opciones. Desde sesiones individuales (Alma); sesiones de pareja (Amor); Cursos Online (Tranquilidad); Meditaciones y recursos (Gratitud). Si eres empresa, podemos trabajar mediante prácticas, talleres o co-crear Mindful Teambuilding (Generosidad). Y si deseas llevar esto a nivel familiar esta creado un espacio para Escuela de Padres (Maternity Peace).
Cualquiera que sea tu situación, estoy aquí para acompañarte para que integres el mindfulness de la mejor manera y resuelvas desde la toma de conciencia cualquier situación que te impida vivir en Presente.