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áLa mente divaga en un mar de pensamientos y creemos que nosotros tenemos que ir con ella, cuando en realidad es ella quien va con nosotros. Creemos que no podemos parar la mente, que es ella quien nos controla, pero somos nosotros quienes le damos rienda suelta.

Ese es un habito que surge cuando decidimos vivir en piloto automático, reaccionando a la vida, al día, a los acontecimientos, como si no tuviéramos el poder (la voluntad) de elegir como vivir, como pensar, como sentir.

El cerebro no distingue entre los buenos y los malos hábitos, somos nosotros con el uso de la mente quienes decidimos darles connotación positiva o negativa.

Darnos cuenta de que los hábitos se crean desde el deseo nos abre una infinita posibilidad de poder cambiar en cada segundo de nuestra existencia.

Un hábito se crea a partir de un deseo o necesidad que necesita ser cubierta y entonces elegimos acciones para tener nuestra recompensa.

A veces para relajarnos o calmarnos, nos distraemos, creyendo que así solucionamos nuestro estrés y nuestra ansiedad. Sin embargo, al volver a la rutina vemos que el estrés sigue allí e inclusive más intenso la buena noticia es que siempre existe una oportunidad de modificar nuestras acciones para crear hábitos que nos permitan mejores resultados y la misma recompensa, que en este caso es sentirnos, con mayor calma.

El cerebro, aunque parezca algo ya hecho, está modificándose en cada momento, según nuestros hábitos. Esto lo ha estudiado la neurociencia cuando habla de neuro plasticidad. Así que, si crees que eres de una manera, estás equivocado, puedes cambiar esa manera, esos hábitos y toda tu vida con voluntad. La atención plena permite que el cerebro cambie. La meditación permite que eso suceda.

Existe una parte que parece no ser consciente y eso es lo que se modifica con hábitos como la meditación. Estas a un click de iniciarte.

Me gustaría poner un ejemplo para poderlo ver.

Si yo dejo que un globo se vaya al cielo, probablemente vuele muy alto, pueda pincharse o vuele hasta perderse. Pero si yo lo sostengo en la mano puedo observar como se va de un lado a otro, como flota, lo cuido de que no se pinche y si lo sostengo con atención, no se perderá.

Pues así es la mente.

Si yo dejo que se vaya, divagara, evitará, huirá, luchará hasta colapsar.

En cambio, si yo la llevo de la mano con atención, se convertirá en una mente plena que transitará por todo lo que suceda, siendo yo, quien regule de manera consciente, voluntaria y amable.

La regulación de la atención es lo que hacemos en mindfulness, podemos reconocer cuando nuestra atención es capturada por un pensamiento y devolverla a voluntad donde deseemos estar. También nos ayuda a des identificarnos cuando rumeamos sentimientos y pensamientos en piloto automático.

Todo esto sucede sin esfuerzo, con tan solo, dedicando unos minutos al día a la meditación formal en quietud y en silencio. De esa manera estaremos caminando hacia la aceptación, la no resistencia.

Buda dice: “El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”

Con ello quiere decir que lo inevitable, se clavará en nosotros, el dolor, la pérdida, la enfermedad, la muerte. El dolor es parte ineludible de la vida. Sin embargo, existe, otra parte, el sufrimiento, que es el que disparamos nosotros mismos. Con heridas creadas y alimentadas por emociones y pensamientos. Heridas autoinfligidas creadas de una mente no recta.

¿Se dice fácil verdad?, pero en realidad no es tan difícil. Experiméntalo YA

Es tan solo tener la voluntad de crear un hábito que cambiará la percepción y nuestra vida.

Además de esto, entre los beneficios que irás experimentando son:

  • Mayor conciencia: Te darás cuenta de lo que piensas y de como ello influye en tu sentir y en tu hacer. Siendo consciente del nivel de coherencia en tu vida
  • Mayor creatividad: Viviendo en el presente estarás mas despierto, un cerebro atento es más creativo.
  • Mayor atención y concentración: Experimentarás menores distracciones lo que te hará ser mas eficiente en tu hacer.
  • Mayor resiliencia: Sin darte cuenta irás recuperándote con mayor facilidad de los dolores emocionales y las situaciones difíciles de tu vida. Le darás mayor perspectiva.
  • Menos cortisol (la hormona del estrés): La atención plena va en dirección opuesta al estrés es por eso por lo que tu cuerpo dejará de emitir sustancias que no necesita.

Hay varias maneras de empezar con este hábito. Si tu deseo es encontrarte mejor. Meditamos porque nos sentimos mal, no meditamos para sentirnos bien.

Esto y más en nuestra red de meditación, un grupo con personas como tú, construimos juntos un nuevo mundo con una presencia mas activa.

“Todo cambio comienza con una acción”

Gracias por estar y leerme, te mando un abrazo del lado del corazón

Namasté

Mariana